martes, 31 de marzo de 2009

HACIA UNA DEFINICIÓN DE PERSONALIDAD


Desde los albores de la psicología como ciencia social, uno de los grandes debates entre los círculos académicos es el tema de la personalidad. Independiente de los enfoques existentes, al menos, hay consenso que la personalidad es un proceso psicológico básico del hombre que logra una característica individual diferenciadora. Hablar de personalidad es equivalente, en el campo de la filosofía, a conversar del alma, pues ambos conceptos entrañan un análisis profundo y concienzudo de los principios que aborda la ciencia psicológica.

La dosis exacta
Esta mañana, al leer un correo electrónico remitido por un centro de diversiones, el encabezado del mensaje decía textualmente: “Porte su dosis de personalidad”. Esta sugestiva propuesta publicitaria encierra una serie de dilemas que comúnmente se podrían resumir en que no tenemos una definición semántica y diáfana de lo que significa personalidad y, por ello, la aplicamos en situaciones diversas de manera equivocada.

Empero, es necesario indicar que este concepto es analizado desde diferentes puntos de vista psicológicos, lo que constituye en sí la formación de teoría sobre la personalidad. Todos estos intentos científicos, por muy radicales o similares, han contribuido a una mejor comprensión de este término. En todo caso, las teorías de la personalidad, deben entenderse como interpretaciones personales para concebir la naturaleza psicológica individual y colectiva del hombre.

Las teorías de la personalidad surgieron, la gran mayoría, en ambientes clínicos a partir de esfuerzos para comprender y tratar a personas con problemas psicológicos. En otros casos, estos constructos nacieron de observaciones controladas y experimentadas en laboratorios haciéndose análisis de alcances más cuantitativos que cualitativos.

En este mismo sentido, por lo general, los autores se diferencian significativamente en la teoría por el propósito del estudio, por ejemplo, los conductistas y freudianos buscan ante todo la predicción y el control del comportamiento humano, dándole un matiz utilitario a la investigación; otros como los existencialistas, están más interesados en entender el proceso de la personalidad.

En 1932, los estadounidenses John Dollard y Neal E. Miller iniciaron una serie de investigaciones en la universidad de Yale que estuvieron dentro del marco de la teoría conductista para determinar cómo se establece la personalidad. Los estudios, hechos bajo condiciones controladas, llevaron a estos autores a explicar que la personalidad se construye en función de un elemento esencial: El hábito, entendiéndose este como la asociación entre un estímulo y una respuesta. En suma, manifiestan que la historia individual del sujeto será lo que determine la personalidad.

La posición de Burrhus Frederic Skinner, aborda a la personalidad en una relación que se establece desde la acción del organismo y los eventos que determinan estas acciones. Es decir, los seres humanos son en gran medida lo que el medio hace de ellos; el medio determina la conducta, sentencia Skinner. Bajo esta concepción, se plantea que podemos perfeccionar el modelo humano y actuar sobre nuestro medio y producir reforzadores positivos.

La visión de Freud
El gran salto en la comprensión de la personalidad, lo brinda Sigmund Freud al hacer hincapié en la importancia de los motivos, emociones y otras fuerzas internas para la construcción de este proceso. Sus postulados, basados en los tratamientos a pacientes neuróticos, autoobservación, y teorías biológicas de su época, explicaban la personalidad normal y anomal, así como la manera de entender a los individuos con problemas psicológicos. Para él, las bases del desarrollo de la personalidad están en la niñez temprana. Decía que la personalidad se ve moldeada por vivencias tempranas cuando el infante atraviesa una secuencia fija de etapas psicosexuales (oral, anal y fálica). La crítica a Freud, sin embargo, está relacionada con una sobredimensión de la sexualidad en la formación de la personalidad y la poca importancia que le brindó a las influencias sociales y culturales.

En la misma corriente psicoanalítica, aparece Carl Jung quien aporta la noción del inconciente colectivo como elemento gravitante en la personalidad. El reconocido investigador suizo opinaba que los individuos son producto de dos fuerzas: las historias particulares y las experiencias compartidas en común con toda la raza humana durante su existencia. Por ello, afirma que cada quien hereda el mismo inconciente colectivo almacenado como imágenes o arquetipos, por ejemplo, madre, héroe, sabio o niño.

Sentimientos de inferioridad
Una visión individualista sobre la personalidad la ofrece Alfred Adler, en cuanto que asigna a cada gente un patrón único de cualidades: motivos, rasgos, valores e intereses. Consideraba que los sentimientos de inferioridad eran fundamentales para la personalidad; estos efectos, aunque variaban en tipo e intensidad por la experiencia, moldeaban el estilo de vida y la motivación posterior. Adler se presenta como un estudioso positivo de las posibilidades humanas.

El Alemán Erich Fromm define la personalidad como el conjunto de atributos psíquicos, sean heredados o adquiridos, que un individuo posee. A los atributos heredados los denomina temperamento, y a los atributos adquiridos carácter. Precisa que la personalidad es la específica impresa en la naturaleza humana por la adaptación dinámica de las necesidades del hombre a los modos de existencia peculiares de una sociedad.

William Sheldon apunta a explicar la personalidad asociada a los rasgos físicos. Asevera que los sujetos con ciertas naturalezas desarrollan tipos específicos de personalidad, dándole a la tipología física el elemento determinante para que los individuos vean el mundo de una u otra manera. En pocas palabras, los atributos corporales también moldean las expectativas propias y de los demás. Así en nuestra cultura se espera que las personas musculosas sean atléticas y atrevidas, y que los individuos gordos sean alegres y temperamentales.

Tal vez la definición más integradora del concepto de personalidad lo postuló el estadounidense Gordon Willard Allport quien la definió como la organización dinámica de los sistemas psicofísicos que determina una forma de pensar y de actuar. El aspecto dinámico de la personalidad refleja que cada sujeto se encuentra en un constante intercambio con el medio, que sólo es interrumpido con la muerte. En cuanto a las formas de pensar y de actuar, muestran que la personalidad tiene una vertiente interna (pensamiento) y una vertiente externa (conducta).

Conclusiones

Tras analizar a los diversos autores y enfoques psicológicos podremos decir que al hablar de personalidad nos referimos un conjunto de patrones o características que permiten diferencia a una persona de otra; es la manera particular de sentir, actuar, comportarse de cada individuo, inmerso en una realidad física y social. Estos patrones son de relativa consistencia y duración de la percepción, el pensamiento, los sentimientos y la conducta.

El desarrollo de la personalidad de un individuo coincide con el momento mismo del nacimiento, pero esto no implica que la personalidad esté definida, la vamos construyendo con el pasar de los años, como manifiesta Harry Stack Sullivan “la naturaleza humana es flexible”. La personalidad es fundamental para el desarrollo de las habilidades del individuo y la integración social.

Definitivamente, la personalidad está influenciada por factores sociales y culturales, así como por una marcada responsabilidad del entorno familiar. También la personalidad está impresa por la autorrealización, como un motor de estímulo en la vida humana.


Bibliografía

 Davidoff, Linda. (1994). Introducción a la psicología. México. McGraw Hill
 Océano (1991). Enciclopedia Autodidáctica. Tomo II. Colombia. Océano.
 Cueli, Martm, Lartigue & Michaca (1990). Teorías de la personalidad. México. Trillas.
 Dicaprio, Nicholas (1989). Teorías de la personalidad. México. McGraw Hill
 Woolfolk, Anita (1990). Psicología educativa. México. Prentice Hall.
 Alvarez & Maggio. Personalidad. Artículo de Internet: http://www.geocities.com/t4785/personalidad.html

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