viernes, 16 de enero de 2009

La educación peruana de espaldas a la globalización y la investigación educacional





Con 14 libros escritos sobre educación peruana, estudios de postgrado en Israel y amplia trayectoria pedagógica, León Trahtemberg, en el siguiente artículo, nos desgarra el alma con su mirada crítica al sistema y nos recuerda que hay una disociación entre lo que la escuela y la universidad producen y lo que las empresas necesitan. ¿Qué falla en el sector educativo peruano? ¿Cómo podemos resolverlo? Revisemos su planteamiento.

¿Cómo encontrar el éxito?

Si hay en el Perú una institución en la que podemos apreciar la impermeabilidad frente a los sucesivos hallazgos de las teorías pedagógicas, la investigación educacional y las demandas del mercado laboral del mundo globalizado, esa es la escuela, y no en pocos aspectos, también la universidad. Y no solamente la escuela pública, habitualmente reconocida por ser muy precaria, sino también buena parte de la escuela privada, que a pesar de sus prerrogativas de gestión autónoma también se nutre del mismo clima educacional desfasado en el tiempo que rige para la educación pública.

La creciente oferta de profesionales de alto nivel graduados en China, Rusia e India que con menores remuneraciones que los norteamericanos y europeos tienen similares capacidades, está haciendo que el buen empleo sea cada vez más escaso y disputado en el planeta. ¿Cómo podría entonces un joven talentoso y ambicioso mejorar sus posibilidades de éxito y bienestar económico? Hay básicamente dos opciones, que no son excluyentes. Una, utilizar su saber académico o profesional para incursionar en la aventura empresarial, de modo que pueda convertirse en promotor de una de esas pequeñas o medianas empresas que constituyen el 98.6% del universo empresarial peruano. Otra, convertirse en profesional o académico con una muy alta tasa de empleabilidad en las empresas modernas que podrían contratarlo en condiciones atractivas.

¿Qué requerirían los futuros profesionales para elevar su empleabilidad? Entre las principales características, podríamos citar las siguientes:

1) Poseer al menos un grado de educación superior universitaria o técnica.

2) Dominar además del castellano, matemáticas, inglés, informática, telecomunicaciones y saber usar manuales autoinstructivos. Idiomas adicionales también dan ventajas.

3) Conocimiento del mundo de la empresa y haber tenido experiencia de trabajo en empresas formadoras de jóvenes, aquellas como por ejemplo las del fast-food (Mc Donalds, Burger King, Pizza Hut) o almacenes (como ACE o Wong) que les inculcan a los jóvenes una primera disciplina laboral, les hacen tomar conciencia de la importancia de las relaciones públicas y cultivan el concepto de calidad en el servicio.

4) Tener capacidad de trabajar en equipo y exhibir experiencias de liderazgo como en un consejo estudiantil, movimiento juvenil o scóutico, parroquia, club social o deportivo, etc.

5) Haber trabajado un tiempo en las provincias o en el extranjero, para ganar “roce internacional”

6) Poseer buen estado físico para soportar trajines duros y adecuada salud mental para no perder el equilibrio en situaciones de stress o conflicto con la autoridad o los clientes.

7) Ser creativo, tener capacidad de innovación, autonomía de pensamiento y personalidad, para encarar y resolver audazmente problemas nuevos.

8) Tener independencia económica para no aceptar cualquier empleo ni condenarse a él.

9) Poseer habilidades sociales que “abran puertas” y capacidad para desarrollar el marketing personal y “darse a conocer favorablemente”.

10) Tener una visión prospectiva del mundo y de su propia vida, y tener un plan de carrera para cultivar su empleabilidad.

11) Pertenecer a redes profesionales o empresarios globales en áreas afines a la de su especialidad

La mayoría de estas características pueden cultivarse desde la educación básica, sin embargo, si observamos la escuela pública y privada (así como las universidades) en el Perú veremos que poco de esto se promueve desde los espacios educativos formales. Solo los escasos buenos colegios logran que sus alumnos dominen lenguaje, matemáticas, informática e inglés, sean creativos en su expresión artística (no así en su producción científica o humanística) y que eventualmente aprendan a desarrollar su estado físico (aunque no necesariamente incluyendo una nutrición adecuada). Sin embargo, dejan de lado varias de las otras de las demandas mencionadas. Sin duda, la mayoría de los colegios educan a sus alumnos de espaldas a las exigencias de la empleabilidad en un mundo globalizado.

Características de la actividad educativa según la moderna ciencia y pedagogía

El Premio Nobel de Economía 2000 James Heckman junto con Pedro Carneiro escribieron un artículo sobre el “Capital Humano” ( MIT press 2004 “Inequality in America: what role for human capital policies?) en el que señalan los hallazgos de su investigación sobre los retornos a la inversión educacional, encontrando algo que en realidad es parte del saber común de los educadores y psicólogos de estos tiempos: las habilidades no-cognitivas, como motivación, liderazgo, honestidad y habilidades sociales, son al menos tan importantes como las habilidades cognitivas que suelen ser el foco solitario de las teorías, investigaciones y políticas de capital humano.

Los retornos más altos a la inversión en capital humano corresponden a los años pre escolares, sobre todo por la formación de habilidades cognitivas, y a los años adolescentes, sobre todo por las habilidades no cognitivas ya que las cognitivas pueden cultivarse en cualquier momento del desarrollo adulto.

La adquisición de capital humano es acumulativo en el tiempo, y tiene impactos consecutivos a lo largo de la vida (por ejemplo las habilidades del 1er grado impactan también en 4to grado o en 5to de secundaria), por lo que la inversión en edades tempranas tiene el mayor retorno. Eso significa que diferir la inversión tiene un alto costo (pérdida).

Si el Perú tuviera un sistema educativo acorde con estos hallazgos este priorizaría la atención integral a la infancia, tendría amplia cobertura para la estimulación temprana y educación inicial, y proveería apoyo psicológico a los escolares especialmente púberes y adolescentes. Sin embargo, lo que observamos en la realidad es que la educación peruana le da la espalda a estas demandas.

La escasa atención a las habilidades no cognitivas de los niños y adolescentes se vuelve patética cuando observamos la total ausencia de psicólogos educacionales en la escuela pública y buena parte de la privada y las universidades. Observamos el abandono a su suerte de adolescentes que son hijos del divorcio que tienen severas lesiones emocionales; hijos del maltrato, la violencia, el abandono, la incomunicación familiar; consumidores de drogas y alcohol; viciosos compulsivos; jóvenes embarazadas, anoréxicas, bulímicas, cárceles llenas de jóvenes, principalmente pobres, quienes debido a la precariedad de su hogar nunca tuvieron una oportunidad de aprender a vivir respetando los derechos de los demás sin delinquir, transgredir, violar, agredir…

Así son cada vez más jóvenes peruanos. ¿Quién hace algo al respecto, en ausencia de una familia estructurada, contenedora, comunicada, que ama, orienta y a la vez pone límites? Nadie. La única institución social a la que acude casi el 100% de los niños que podría hacer algo por todos ellos es la escuela, que debería convertirse literalmente en un “segundo hogar”, digno y saludable, un escenario de crianza y educación integral, y no solamente de docencia e instrucción. Pero para ello resulta imprescindible que los psicólogos y asistentes sociales entren a tallar en la vida escolar y además, que los profesores sean formados y entrenados para tener la capacidad se dar consejería personal y familiar. Sin embargo, no existen en la escuela pública peruana.

Igualmente dramática resulta la poca atención que se le da en la escuela a la prevención de las enfermedades que constituyen frenos o impedimentos para su desarrollo vital pleno.

Otro de los retos curriculares no encarados es el aprendizaje de idiomas extranjeros. Si bien algunos colegios especialmente privados de elite logran que sus alumnos dominen suficientemente el inglés, la mayoría se queda en eso lo que los pone de espaldas a las tendencias internacionales de agregar habilidades en idiomas como chino, ruso, francés u idiomas internacionales, ya que cada vez serán más necesarios en el mundo globalizado

Las actividades y contenidos curriculares escolares y universitarios, de espaldas a lo sugerido por la investigación psicopedagógica para fines del Siglo XX, sigue estando fundamentalmente basada en la palabra (verbal) y los números (lógico matemática) dejando fuera todo el resto.

En cuanto a la organización del alumnado por aulas en la escuela, esta sigue de espaldas a los hallazgos sobre el manejo de grupos heterogéneos. Se sigue partiendo de la concepción del “alumno promedio” (que en realidad no existe) dejando excluidos a los más débiles y aburriendo a los más hábiles. Aún hay escasas estrategias de diversificación en la enseñanza y evaluación, poco énfasis en la integración social entre diferentes grupos y casi inexistentes esquemas de organización diversos y por grupos multiedades, tal como se hace fuera de la escuela para actividades como deportes, artes, idiomas, computación.

Finalmente, la relación profesores alumnos también le da la espalda a las recomendaciones de la pedagogía moderna. El esquema cooperativo horizontal aún es inaccesible y predominando un vínculo profesor-alumno autoritario, dogmático, vertical, como en el siglo XVIII, XIX y buena parte del XX. En suma, tenemos una escuela de espaldas a la modernidad.

Formación de los docentes y prerrogativas de los directores

No podría terminar esta ponencia sin hacer notar que también en la formación docente actuamos de espaldas a lo que enseña la experiencia más exitosa del primer mundo. En el Perú los Institutos Superiores Pedagógicos (ISP) y las facultades de educación tienen las mismas prerrogativas para formar profesores de inicial, primaria y secundaria en 5 años. Si es así ¿para qué existen como instituciones diferentes? Si hacen lo mismo, una de ellas está de más. Tal como están propuestas, resultan redundantes e ineficientes.

La tendencia mundial es que los ISP formen solo profesores de inicial y primaria con un sentido muy práctico y en cambio las universidades formen profesores de secundaria y técnica, a partir de una fuerte formación académica que la da un bachillerato al que luego se agrega uno o dos años de pedagogía para la titulación docente. En Europa ya se requiere maestría para enseñar en la secundaria. Pero además, en el Perú no hay ninguna certificación estatal del egresado de pedagogía antes de titularlo y nombrarlo como docente de la escuela pública con estabilidad laboral para toda su vida. En cambio el primer mundo se requiere una certificación estatal para ejercer docencia. Así, también en esto el Perú está de espaldas a las tendencias mundiales de formación docente en la que tenemos por lo menos 30 años de atraso.

CONCLUSIÓN

En suma, sin una reforma drástica del sentido y la manera de educar en las instituciones educativas peruanas, no hay manera de que los egresados puedan ser competitivos respecto a las demandas de la globalización. Además, nuestras desventajas frente al primer mundo seguirán creciendo continuamente. Eso incluye también a las universidades, muchas de las cuales tampoco están a la altura de las exigencias del siglo XXI. Si ellas no van a tomar en serio su situación real, perderemos nuestra capacidad de formar las vanguardias y los cuadros profesionales que el Perú necesita para estimular su desarrollo social y económico.

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